Centauros del desierto

Nos levantamos en casa de tia Francesca y ya tenemos preparado un magnífico desayuno a base de bollería, bizcocho, jamn cocido, tortilla, zumos y fruta. Así que damos buena cuenta de ellos, nos despedimos de esta familia que tan bien nos ha tratado y nos ha cuidado y salimos hacia el desierto.
Tenemos 377 kilometros de desierto, así que primero de todo echamos gasolina y comprobamos la presión de las ruedas de la moto. Después del palizón y el atasco del día anterior conviene que todo funcione perfectamente. Con todo comprobado y los depositos (humano y mecanico) llenos nos dirigimos hacia el desierto.
En el camino nos paramos en un río para un pequeño baño que nos alivia del calor. Eso si, con cuidado, ya que un cartel avisa del peligro de pumas, osos y riadas repentinas. Me da que un poco exagerado el cartel, más que nada por queestamos a 200 metros de un camping.
Una vez bien refrescados cogemos de nuevo las motos y nos dirigimos hacia el parque de Joshua Tree cruzandonos con todo el ejercito nortamericano que parece que va de maniobras.
Llegamos a la zona del desierto y empiezan las montañas sin arboles, la arena y un calor de impresión.
En el parque y por una carretera perfecta nos encontramos con grandes formaciones de rocas, mucha arena, yucas y cactus… y un calor tremendo.
Recorremos todo el parque haciendo varias paradas para hacer las consabidas

fotos y una vez que salimos paramos en un restaurante de carretera donde nos metemos unas ensaladas XXL con atun, pollo y beicon y un par de litros de agua cada uno.

Dos horitas de relax y continuamos hacia nuestro destino en Quartsize (Arizona), por la interestatal 10 que parece que la han construido con tiralíneas y que sigue atravesando el desierto.
Hoy dormimos en Quartsize, un pueblo en medio del desierto donde no hay nada… bueno, sol, arena y mucho calor.
Mañana hacia Flagstaff, Sedona y Williams, empiezan los cañones y un trozo de ruta 66.