Dejaba el blog en Roma y ya han pasado muchos días. No es fácil encontrar ya ciber-cafes, así que he tenido que esperar a volver a Pamplona para completar el blog.
La última jornada por la Toscana la acabamos en La Albinia, después de un montón de curvas y justo cuando empezaba una gran tormenta. Nos refugiamos en un bar mientras buscábamos alojamiento. No había nada barato, así que acabamos en un bungalow de un camping de la costa por 40 eurillos. Viendo que la gasolina en Italia está entre 1,40€ y 1,70€ nos pareció barato y todo.
Al día siguiente continuamos hacia Roma, donde llegamos a media tarde y el resto lo invertimos en encontrar un sitio para dormir y apañar las motos. Al final un hostel muy cerca de la estación de Termini y en un barrio lleno de restaurantes pakistanies. Perfecto y barato para lo que había por allí, y ademas muy cerca de la estación de metro para poder movernos.
La intención era estar un par de días en Roma, así que asesorados por google buscamos los sitios que no hay que perderse si estás un fin de semana en Roma. Invertimos un día en el Vaticano y un día y medio viendo la Roma Imperial, el coliseo, arco del triunfo, el foro etc… No soy mucho de museos, así que con callejear y ver los monumentos más importantes para mi es suficiente. Ya habrá tiempo para otras visitas más culturales. 🙂
Después de dos días en Roma, arrancamos de nuevo las motos (estuvieron tres noches aparcadas en el mismo sitio sin problemas), y nos dirigimos hacia Nápoles, Palermo y Pompeya. Íbamos a pasar un día en Pompeya en nuestra ruta por la costa italiana antes de atravesar Italia y llegar a Bari.
Al final en Pompeya estuvimos una tarde visitando las ruinas de la ciudad y los trabajos de arqueología que se están realizando. Aunque hay mucho excavado y te puedes hacer una idea de lo que fué Pompeya, los trabajos continúan, así que la ciudad irá descubriendo lo que tiene enterrado.
Y continuamos la marcha por el sur de Italia. Hay una gran diferencia entre la Italia del norte y la del sur. Tiene pinta que el norte es mucho más rico y está más cuidado. Desde el punto de vista turístico, parece que el norte lo acapara todo con los Alpes, la Toscana y las ciudades más importante.
La realidad es que la carretera estaba muy mal cuidada, y hacer 300 kilómetros y llegar a Bari nos llevó prácticamente un día.
Pero todo llega, y Bari también. En el puerto nos esperaba el ferry que por 103 Euros cada uno nos iba a llevar a las motos y a nosotros hasta Croacia.
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