Acabábamos el anterior artículo merendando a las cinco de la tarde en un restaurante croata en nuestro camino hacia Eslovenia e Italia. La merienda consistió en ensalada y gorrín asado, así que casi como que nos dábamos por cenados :-)… y más vale, por que llegamos a nuestro hostel para dormir en Eslovenia con noche cerrada a un pueblo sin luz. Costó un poquito dar con el sitio…
Eslovenia era solo pais de paso. La intención era ir hacia Trieste y de allí empezar nuestra ruta por los Dolomitas y los Alpes en la zona de Austria, Alemania y Suiza.
No habíamos preparado mucho esta zona. Cuando preparamos el viaje pensamos que quedaba mucho y no sabíamos exactamente donde estaríamos, además quedaba mucho y «había tiempo». Para variar, ya sabíamos donde estábamos, no había tiempo y no habíamos concretado nada.
Pero bueno, como alguna idea teníamos y habíamos cogido algunas recomendaciones con otros moteros a lo largo del viaje nos decidimos por una ruta hacia Trieste y Udine y una vez en los Dolomitas preparar cada día la ruta montañera.
Y salió bastante bien. La primera noche en los Dolomitas dormimos en un pueblo llamado San Nicolo di Domenico. Un pueblito muy pequeño a 1300 metros de altura donde solo había un bar/restaurante/supermercado. Allí cenamos acompañados por las tres únicas personas que parecía que había por allí. Eso si, las vistas espectaculares.
A partir de ahí empezamos una ruta por los Alpes que nos llevó por el Passo di Zalgarego (2.117m), Passo San Cassiano, Valparola, Passo Pordoi (2.239 m), Passo de Gardena, Passo Sella (2.240m), Passo Campolungo, Passo Feda (2.057m), La Marmolada, San Pellegrino, Costalunga, NigerPass, Passo Mendola, Passo Padale, el famosísimo Stelvio, Passo Gavia, El Mortirollo, Livigno, OfferPass y RessenPass.
Esta ruta a través de Italia, Suiza y Austria nos llevó cuatro días de curvas y puertos. Fue espectacular, tiempo perfecto y carreteras que parecía que habían asfaltado para nosotros. Quizás lo más peligroso fueron algunas bajadas de puertos donde la carretera es entre pinos, muy curveada y de no más de tres metros de anchura, con el peligro añadido de encontrarse alguien subiendo.
Tampoco hay mucho tráfico. Es agosto debe ser la locura de autocaravanas, motos y bicicletas, pero ya era casi octubre y el tráfico era más reducido, aunque si que había bastantes moteros y gente haciendo diferentes tours en deportivos clásicos y modernos.
Esta zona no es especialmente barata, así que dormíamos en los sitios más baratos que encontrábamos y nos hemos especializado en bocadillos de supermercado a base de mortadela, queso y paté… es lo que hay y todo no puede ser. Si pagas la gasolina a 1,50 de media y hay que dormir el supermercado es una muy buena opción.
Y para acabar los Alpes nos dimos una vuelta por la zona del Tirol austriaco y aparecimos una mañana en Innsbruck. Allí hubo parada cultural para visitar la ciudad y otra vez a la moto para ir hacia la zona de la Bavaria alemana y empezar la vuelta a casa.
Atravesamos la Baviera y la zona de los lagos suizos. En Suiza hicimos un carísima noche en un hostel con habitación y baño compartida a razón de 40 euros la litera. Además salió lloviendo, así que el paso por el SustenPass y los lagos suizos fue un poco rápida y poco aprovechada.
Si que hicimos alguna parada en los lagos suizos y en Montreux para ver el lago y la estatua que allí se hizo a Freddy Mercury.
De allí al lago de Laussane hacia Carcassone atravesando Francia por carreteras secundarias y parques naturales.
De Carcassone a Pamplona en una tarde… maratón de moto para el último día. Nos levantamos a 150 km al norte de Carcassone y de allí visita a Carcassone y a Pamplona. 650 km de nada. 🙂
Y ya en Pamplona preparando la siguiente.
Siempre que termino un viaje pienso que el siguiente será difícil que lo supere, pero no se como siempre lo consigo 🙂
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