Aquí amanece para las 6 y la gente empieza a mover. Nosotros nos levantamos más o menos a las 6:30, ya con ganas de recoger los trastos, arrancar las motos y empezar a hacer kilómetros por la costa entre Morro Bay, Santa Barbara, Santa Mónica para llegar a casa de tía Francesca, que nos tiene preparada una magnífica BBQ.
Primeros kilómetros perfectos por la carretera de la costa. Llega un momento que nos metemos por el interior y paramos a revisar los mapas. Hasta tres personas se pararon a preguntar si “everything OK?”. Empezamos a pensar que cualquier problema que tengamos va a tener fácil solución gracias a la amabilidad de esta gente.
Entre los que se paran está un motero con una BMW RT que nos explica como ir de nuevo a la carretera de la costa. Revisa nuestro mapa y nos comenta que hay una carretera que no sale en el mapa pero que enlaza con la costa. Consulta su reloj y comenta que llega tarde a trabajar, pero que es propietario de una funeraria y que la clientela no se queja.
Comenta que se viene con nosotros hasta llegar a la carretera y nos advierte que lo haremos por un puerto fácil pero curveado. Hacemos el puerto y llegamos a la carretera correcta. Nos despedimos de el deseando que alguno de sus clientes no ponga una reclamación.
Volvemos a la costa azul, con pelícanos en la orilla, muchas fotos y un bañito en el pacífico en una zona de surferos entre Santa Barbara y Santa Mónica.
Somos testigos del incendio de Santa Barbara que estos días sale en las noticias. Una gran humareda que va desde el monte hasta la costa y se pierde en el mar. Pese a la distancia se ven claramente las llamas y los helicópteros intentando apagar el fuego.
Y aquí viene la liada. Nos metemos en la zona de Los Angeles un viernes a las 3 de la tarde en una ciudad con nosecuantos millones de coches… a esta hora y en fin de semana todos en la carretera. Luego nos comentaron que la freeway 10 es la más atascada de todos Los Angeles, pero la verdad es que yo desde la moto veía todo el nudo de autopistas de atascado… (estabamos en la de más arriba).
Cuatro horas para hacer 150 km bajo un sol de justicia y con el calorito que dan los 1.500 c.c. de la moto. Muy sobrao.
Al final conseguimos llegar a casa de tía Francesca, donde esta toda su familia esperándonos con la barbacoa encendida. Ensalada, fruta, cerveza, ensalada de patata y unos txuletones que nada tenían que envidiar a los que nos comemos por allí.
Tia Francesca tiene una casa muy bonita con un gran jardín, y allí nos sentamos todos a disfrutar de la conversación y la comida. Después de algunas cervezas alguno se permitió el lujo de impartir unas nociones de euskera a los presentes.
El resto de la familia venían desde bastante lejos, así que para las 11 y media empezaron a regresar a sus casas. El resto a la camita que mañana empezamos la visita al desierto y “Joshua Tree”.
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