Tocaba salir de Una Una, donde habiamos pasado una semana de relax y decidir donde ir. La idea inicial era ir a Raj Ampat, pero los tres días de más habían acortado mucho las posibilidades y está muy lejos.
Decidimos ir a Bunaken, una isla cercana y que nos habían dicho que tenía muchas posibilidades para bucear y pasar unos buenos días.
Digo que estaba cerca, pero tuvimos que coger 2 speed boat, un ferry nocturno y un avión de Gorontalo a Manado para poder llegar. Prácticamente dos días de viaje.
De Una Una a Wakai nos llevaron en la misma embarcación desde donde hacíamos buceo en Una Una. Allí cogimos el ferry nocturno a Gorontalo. Nos vinimos arriba y cogimos clase Business… para acabar durmiendo en el suelo como todo el mundo, pero bueno, habíamos venido a jugar y una noche se pasa en cualquier sitio. Llegamos a Gorontalo de madrugada y un tuktuk nos llevó a los tres a un hotel a pasar la noche. Al día siguiente ya decidiriamos que hacer.
… Y lo decidió la compañia aerea. No había muchas posibilidades de avión para llegar a Manado y la opción coche estaba casi descartada… 250 km y unas 12 horas. Al final cogimos un avión esa misma tarde para llegar de noche a Manado. Del aeropuerto al alojamiento y de allí a un Mc Donals… era la única opción de comer carne después de 20 días de arroz blanco, pollo, verdura y pescado.
Posiblemente estuvimos alojados en Manado en el mejor hostel de Asia, Istanaku. Por 8 euros por persona habitación de lujo con desayuno incluido… nos hacia falta una buena ducha en agua no salada 🙂
Y de allí cuatro días a Bunaken. Nos alojamos en Kus Kus resort a la orilla de la playa. Allí mismo estaba el centro de buceo y contaba con un pequeño garito de playa muy cercano para unas cervecitas, así que estaba todo a mano.
Solo había luz un dia si y otro no. Además no había internet y el generador estaba estropeado a ratos. Las noches las pasabamos jugando al chinchon. No había jugado en mi vida y la verdad es que a mi las cartas no me gustan… pero resultó muy entretenido… y ganaba casi siempre 🙂
El pueblo de Bunaken estaba a 15 minutos andando. No había mucho que ver, pero algunos paseos y compras se podían hacer.
Gastamos los tres días buceando e incluso nos dió tiempo para alguna juerga nocturna. Por el día buceo. El coral no es tan espectacular como en Una Una, pero la vida y la cantidad de tortugas que hay lo compensan con creces… e incluso alguno dijo que había visto un tiburón…
Y hasta aquí llegaron las vacaciones. Al final estuvimos dos días en Balí, para las compras, algún paseo y tomar un poco el sol, que nos esperaba un largo y aburrido invierno en Pamplona.
Ya estoy pensando en las siguientes. Me estoy preparando una ruta por puntos interesantes de España en moto… pero empiezo a ver la posibilidad de hacer un Bali, Lombok, Flores, Komodo, islas molucas y Banda, Raj Ampat y Papua Nueva Guinea.. para llegar a Sorong y volver a casita.
A ver que hago… 🙂
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