Estábamos llegando por la tarde a Marrakech y en el momento de la llegada empezó una gran tormenta que duró unas dos horas. Estábamos en un Riad estupendo con empleados que hablaban español y que nos prepararon una cena, ya que la tormenta arreciaba y no había forma de salir a visitar nada. Ya habíamos tenido suficiente por ese día, así que planificamos el día siguiente que estaba previsto visitar Marrakech y nos quedamos en el hotel.
Al día siguiente Hector apañó el arreglo de su kit de transmisión y yo me dispuse a visitar Marrakech. No hay mas que buscar en internet «Marrakech en un día» para saber que hay que visitar la Puerta Bab Agnau, la plaza Yamaa el fna, la mezquita kutubia, el Zoco de marrakech, las Tumbas saadies, la Madrasa ben youssef y el barrio judio. Como las calles son un poco lio planifiqué la ruta en google maps y adelante. Me gustó la ciudad, más tranquila de lo que yo pensaba y con muchas cosas para ver. Me quedo con la plaza Yamaa el fna (sobre todo al atardecer), el zoco y el paseo por las murallas y la medina.
Por cierto, el riad lo habíamos cogido en la medina pero pegado a la muralla. Esto nos dió la oportunidad de llegar en moto y aparcar las motos en un parking fuera de la muralla por 3 euros diarios, vigiladas y tapadas con una manta… de lujo.
Ya con la transmisión de la XT arreglada cogimos la N9 hacia el sur dispuestos a hacer algunos puertos del atlas y llegar hasta Ait-Benhaddou. La lluvia parecía que nos iba a respetar y se esperaba una jornada muy bonita coronando, en moto, el puerto de Tizi-n-Tichka. El puerto muy bien y la carretera decente aunque estrecha. De la cima del puerto en adelante toda la carretera está en obras, así que la marcha se realentiza mucho y nos retrasa en el destino. Además de nuevo comienza a llover así que cambiamos la ruta.
Habíamos pensado que en la bajada de Tizi-n-Tichka ibamos a coger un desvío a la derecha para dar un pequeño rodeo por una carretera local que llega a Ait-Benhaddou, pero el retraso y el mal estado en la que parecía estar la carretera debido a las lluvias nos convenció para seguir por la nacional y luego volver al pueblo. Bien pensado después de charlar con otros moteros que se habían metido por esa carretera y les sorprendió el granizo y el mal estado de la misma.
Llegamos a Ait-Benhaddou casi a la noche, así que buscamos hotel (es un pueblo bastante turístico) y cenamos algo antes de irmos a dormir. La idea era levantarse bastante pronto para seguir la ruta hacia Gorges de Todra y Gorges de Dades.
Estaba claro por que este pueblo es muy turístico. Tiene una medina a base de casas de barro y arcilla que lo hace espectacular. Es visitable a pié y está en una colina al borde de un río. Por cierto, este pueblo ha sido escenario de muchas películas famosas. ¿Te suena alguna?.
Un rato de visita y motos de nuevo para empezar a rutear hacia la garganta del Dades… ¿que será esto?.
Las gargantas del Dades y de Todra son don grandes paredes de roca arcillosa hechas por un rió que pasa por el fondo. La carretera la bordea y el transitable mientras el río lo considere. Para ir de una garganta a otra la carretera hace una U invertida si te apetecen 50 kilómetros de camino de piedras. Sino lo que se puede hacer es subir al puerto y volver sobre tus pasos por el sur para ir a la garganta de Todra y subir hasta Agoudal.
Hagas como lo hagas, la visita merece la pena. Nosotros pasamos noche en la Garganta de Dades para el día siguiente volver a entrar y seguir por la carretera atravesando el Atlas y llegando hasta Hassilabed en la zona de las dunas del desierto.
Y en esta carretera se lia de nuevo. Nos adentramos en la garganta de Dades y una vez pasado Ait-Hani a la derecha continuamos por la carretera atravesando el Atlas para ir hacia Goulmina y Tjnejdad y aunque las vistas son espectaculares, las lluvias habían roto bastante las carreteras y los rios hacían de las suyas. Hubo que vadear bastantes rios y carreteras y echar mano a algún coche que se había quedado atascado en el barro. Al final conseguimos pasar sin novedades, aunque completamente mojados y barro hasta las orejas… las motos mejor no mirar.
Pero bueno, al final nos adentramos en la carretera del desierto por la R702 para llegar a las dunas y al final logramos llegar al hotel de «Alí el Cojo».
Hassilabied es un pueblo muy pequeño aunque bastante turístico ya que está justo en el borde donde empiezan las dunas del desierto. La panorámica es diferente a todo lo que has visto, asi que el rato de fotos y el paseo por las dunas no nos lo quitó nadie.
Una caravana de camellos con algunos turistas se adentran en el desierto para pasar la noche mientras algunos moteros profesionales entrenan en las dunas.
Volvemos hacia el hotel y en eso se desata la madre de todas las tormentas. Nos avisan minutos antes que cerremos todo y al momento truenos, aire y lluvia lo rodean todo. El viento en el desierto lo que tiene es que levanta toda la arena, así que nos e veía nada… pero bueno, estábamos en el hotel y cenando, así que sin problemas. ¿Que habrá sido de los turistas que han ido a pasar noche al desierto?.
No veo vuestra pegatina… je, je!!
Creo que tanto viajar… habrá que diseñar una 🙂