Este 2021 ha sido raro. Covid, teletrabajo, salir poco… Ya hacia casi dos años (desde la crónica de Sri Lanka en 2019) que no escribía nada. Si que había viajado, todo por España entre Tenerife y rutas en moto por la península, pero ya había escrito bastante sobre estas rutas y no era cuestión de repetirse.
En Agosto estuvimos con la cuadrilla de Zizur en la zona de Picos de Europa y Lugo para luego volver por el Camino de Santiago desde Leon, y ya que no se podían hacer muchas cosas, para Octubre preparamos una ruta de la Plata hasta Sevilla y luego yo me alargaba un poco para hacer una ruta por el sur.
Para este año aparte de la ruta típica de Agosto se había preparado otra ruta en el puente del Pilar hasta Sevilla rodando por la ruta de la plata.
Fueron 6 días de ruta desde Pamplona a Leon y de allí atravesando Extremadura hasta Sevilla. Unas cervecitas y vuelta a Pamplona por la zona de Gredos.
Como siempre, quedamos a primera hora de la mañana en Zizur. En esta ocasión Santi, Fernando, Manu, Javier, Antonio y Jesús.
Y también como siempre, Antonio había preparado concienzudamente los hoteles y en esta ocasión Santi se había preparado una perfecta ruta donde combinar moto, ciudades, pueblos, paisajes y algo de gastronomía.
El primer día rodamos entre Pamplona y Leon. 428 kilómetros que habiamos programado en más o menos 5:30 horas de moto y el resto… lo que surgiera.
Fuimos pronto a la mañana hasta Logroño por la autovía. El tiempo era algo desapacible y con niebla… pero no teníamos prisa. Además el paisaje de viñedos entre la bruma y algunos globos volando nos hicieron los kilómetros muy llevaderos. Se notaba que estábamos en época de vendimia y vino. En algunas zonas incluso se podía oler el vino en las bodegas.
Y entre la niebla llegamos a Pancorbo. Almuerzo potente y abrigarse que hace frio. Continuamos la marcha hacia Poza de la Sal, Aguilar de Campo (aquí olia a galletas), y hacia Cervera de Pisuerga por la ruta de los pantanos. Me suena que comimos a base de pintxos en Velilla del Rio Carrion y de allí continuamos hacia Leon.
Leon es una vieja conocida de las rutas veraniegas. Es una perfecta parada entre Pamplona y la zona de Picos de Europa, Asturias y Galicia. Esta vez íbamos hacia el sur, pero igualmente paramos allí y disfrutamos de una cena a base de tapas y pintxos en los bares de la zona antigua. Antes de irnos a dormir unas cañas y unos txupitos en una cervecería de la Plaza Mayor (como no podía ser de otra manera). 🙂
Para la segunda jornada la propuesta era rodar entre Leon y Baños de Montemayor. 354 kilómetros y unas 5 horas y 20 minutos de rodaje.
Bastante fresco a la mañana en Leon, aunque viendo el tiempo durante el desayuno en un bar cercano se adivinaba que el día iba a ser soleado.
Para este día la ruta de la plata había cambiado un poco. Santi hizo algunos ajustes para que no fuera tan recta, y nos metimos por la zona de la Sierra de Francia y la Alberca…. y más vale.
Muchas rectas al principio de la mañana. Almorzamos en Fontanillas de Castro, en un bar de carretera que era lo más parecido al paisaje de la película «Jamón jamón» y de allí nos llegamos a Zamora. Estaba cambiando muy rápido el paisaje. De la zona más norte y montañosa pasamos a una zona de dehesa donde las explanadas de alcornocales, balsas y ganado de todo tipo invitaba a hacer más de una fotografía. Es difícil parar en grupo para las fotos, aunque algún vuelo con el dron de Antonio si que hicimos.
Parada para repostar en Ledesma (merece la pena una visita a este pueblo), y seguimos hacia el sur por la zona de la Sierra de Francia. Empiezan las curvas, más dehesa y más ganado a la vista.
Parada al mediodía en La Alberca. Era el día del Pilar, así que sus calles estaban abarrotadas… y los sitios para aparcar también. Pero bueno, seis motos caben en cualquier sitio. Una vez apañadas las motos, cascos, ropa etc… nos dispusimos a visitar este pueblo famoso por sus construcciones castellanas, porches, empedrados, y como no… ibericos. 🙂
La idea era comer algunos pinchos y continuar la ruta… Acabamos comiendonos unas alubias y gorrín asado la mayoría… es lo que tiene planificar.
Solo nos quedaban unos 60 kilómetros hasta nuestro destino en Baños de Montemayor al norte de la provincia de Caceres en la frontera con Salamanca. Ruta rápida para salir de la Sierra de Francia a través de unos puertos con curvas moderadas. Llegada al destino y alojamiento en una pintoresca casa rural en el centro del pueblo. Habitaciones muy amplias decoradas en estilo rústico. Estábamos en el centro del pueblo, las motos acomodadas en la plaza principal y el hostal a unos 50 metros. ¿Qué más se puede pedir?.
Baños de Montemayor es famoso por sus aguas termales. Tiene unos 750 habitantes… y hoteles para otras 700 personas. El pueblo duplica su población en la época de Septiembre a Diciembre, aunque este año casi todo estaba cerrado debido a la reciente pandemia.
Pase por el pueblo y cena en un bar cercano a la casa rural. Pronto a la cama que al día siguiente nos llegaba una etapa bastante calurosa.
Y así fué. Para la tercera etapa Santi nos había preparado una ruta atravesando toda Extremadura hasta llegar a Montemolín.
Nos juntamos todos en el desayuno ya con ganas de arrancar y continuar hacia el sur. El tiempo prometía sol y sol… e ibamos a atravesar Extremadura.
La ruta prometía, así que montar las motos y adelante.
Manu nos apareció en el desayuno con un flemón monumental. Unas pastillas y para adelante. Este tio tiene buen humor, así que pocas cosas se le resisten. 🙂
Las primeras curvas nos llevaron hasta Hervas. La idea era estar un rato en el museo de motos y coches que hay aquí. El tema es que abría a las 10:30, así que continuamos ruta por el puerto de Honduras y el Valle del Jerte. El puerto de Honduras tiene lo suyo. 30 kilometros de curvas y carretera estrecha. Muchas zonas sombrias que se combinan con zonas de sol… pero bueno, estabamos de vacaciones así que con la calma llegamos hasta el Valle del Jerte. Continuamos ruta hacia el sur y nos adentramos en el Parque Nacional de Monfragüe. La zona norte del parque tiene un paisaje espectacular. Dehesas, alcornocales y encinas, caballos, vacas y terneros ademas de diversas bandas de pájaros. La carretera se estrecha al entrar al parque, aunque está en perfecto estado.
Este parque es atravesado por el rio Tajo y el rio Tietar, y es famoso por el avistamiento de buitres negros y leonados, aguilas imperiales y aguilas reales.
Atravesamos toda la zona y paramos en un pequeño pueblo a la salida sur del parque. A partir de ahí carretera hacia Merida y otra vez cambia el paisaje. Dejamos la dehesa y nos adentramos en una zona de viñas y olivos. Muchoooo calor y solazo por esta zona. No hubo más remedio que parar a repostar en un pueblo a unos 70 kilometros de nuestro destino. La gasolina carisima… la cerveza a muy buen precio 🙂
Nuestro destino para ese día era Montemolín. Un pequeño pueblo al sur de Badajoz justo en la zona donde empieza la Sierra Norte de Andalucia.
Tiene unos 1300 habitantes y está rodeado de granjas. Cuenta además con un castillo que domina la zona y dos iglesias, una de las cuales fué en su tiempo un mezquita. Nos alojábamos en una espectacular casa rural en el centro del pueblo que contaba con un patio del tipo andaluz con sus frutales e incluso piscina (casa rural El Aguila). El dueño, muy amable, regenta la casa rural y una empresa de aventura en moto y quad que prepara rutas por Andalucía, Portugal y Marruecos, además de impartir cursos offroad.
Después de una refrescante ducha tocaba paseo por el pueblo. Montemolín es el típico pueblo de casas blancas y su castillo en una ladera. No es muy grande y el paseo se hace rápido, aunque en esta ocasión Antonio voló su dron por todo el pueblo, permitiendo unas fotos espectaculares.
Para la cena nos dejamos aconsejar por el dueño de un bar restaurante. Además de dueño del restaurante tiene una granja de cerdo iberico.. así que imaginaros como cenamos.
Para el día siguiente… Sierra norte y Sevilla. Santi preparó con Mario (el dueño de la casa rural), una modificación de la ruta que nos llevó por lo más profundo de la sierra Norte por El Real de la Jara, el embalse de Melonares, el Pedroso, Lora del Rio, Carmona y Sevilla. Ruta muy curveada y con carreteras estrechas y con gravilla. Zona espectacular. Volvemos a la zona de dehesa y toros. A lo lejos se pueden ver algunos ejemplares. Están muy lejos y no es posible pararse. Comida en Lora del Rio y seguimos a Sevilla.
Nos alojamos en un hotel enfrente de la estación de Santa Justa. Ducha y visita a la ciudad, que tiene mucho que ver. Esta vez no nos dió tiempo a mucho. Lo típico, el Guadalquivir, el Puente de Triana, La plaza de Toros, la Torre del Oro y la zona de la Catedral.
Cena en un restaurante de la parte vieja y gintonic a la vuelta.
Yo de aquí me separaba y seguía para Málaga. Nunca había estado allí y la verdad que tenía bastantes ganas de conocer esa zona. Un colega motero, Hector, también estaba de ruta, así que quedamos dos días después en Albacete para continuar la ruta una semana más… aunque esto dará para otro artículo…
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